Tus ojos son mi sendero,
tu boca mi próximo destino,
seductora te cruzaste en mi camino.
Musa de todos mis versos,
naciste para ser deseada
y ser dueña de mis sueños.
No te faltó arte
para hacerme volar sobre las nubes,
más alto, más intenso...
¡Quién pudiera, amorosa Erato,
alcanzar tu música callada,
y sentarse a tus pies!
Sé que no debo anhelare,
mas juego con la voz de los poetas