15 de septiembre de 2015

Tu sabes por qué silban los balcones






En el limpio auge de lo inmediato

de un maestro de corazón atardecido,

de un bohemio agrio de azul,

del dilema exasperado

de cara lavada de tantos inviernos.

Su sabana de difunto pensador

cubre su hilo ecuestre de notario,

alternado pesares por botellas

enlozado de ebriedad de lo cotidiano

en busca mistura a la belleza.

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Con banderas de pájaros eficaces,

limpia su brújula con cortinas de meses blancos,

nadie entiende por qué su anti poesía.





Porque hay mujeres de paja flotando

junto a el columpio de su casa,

- ¡El rumor correr por el verdegal!

con el agua ávida contenida ,


como un rincón de espuma

de derivas ya fallidas.


Tu sabes por qué silban los balcones

de los suspiros y caderas,

en el silencio se niega a abrir,

su llave de palabra.


Lo prófugo no nos lleve,

junto a lo estéril resistencia,

creáramos o no, el olvido

sus latidos son necesarios.